Advertencia

Fuego. Explosión de fuego. Destrucción expresada en incendios. Términos de fuego interno. El cataclismo de la crematoria de cuerpos es fuego. La ciudad en llamas es fuego. La fogata extendida es fuego. El infierno está frío. Aquí está el fuego: Llamaradas de atención al cielo que se nubla; como indios con señales de humo; como dioses clamando más dioses.
Fuego. Nada más que fuego. Fuego externo: mírate dentro. Implosión de FUEGO.

sigues siendo imprescindible en las transformaciones que suceden en la galaxia entera.

Ardamos

viernes, 6 de agosto de 2010

Fragmento de " Diario de Golondrina"

Un relato muy breve, de Amélie Nothomb, en el que un hombre sin un corazón por el que fluya la sangre de sentimiento, solamente  se satisface de los homicidios que comete. Entender la muerte desde otra perspectiva tiene un mérito: vivir la experiencia; por muy descabellada que parezca.
Así habla Urbano:

"El asesino va más allá que los demás: se arriesga a liquidar a aquel que acaba de conocer. Eso crea un vínculo.[...] Es cierto que eso no es suficiente, sobre todo en el caso del asesino a sueldo, que no tiene derecho a saber a quién liquida. Pero algo es algo. De hecho, la citada prohibición es una contradicción en los términos: cuando matas a alguien, lo conoces.
Es una forma de conocimiento bíblico: el que es asesinado se entrega. Uno descubre del otro esa absoluta intimidad: su muerte."


Y así empieza, con retazos de un discurso sobre la identidad y lo que su forma en la vida conlleva:


"Nos despertamos en medio de la oscuridad,
sin saber nada de lo que sabíamos. ¿Dónde estamos,
qué ocurre? Por un momento, no recordamos
nada. Ignoramos si somos niños o adultos,
hombres o mujeres, culpables o inocentes. ¿Estas
tinieblas son las de la noche o las de un calabozo?
Con más agudeza aún, ya que se trata del
único equipaje que tenemos, sabemos lo siguiente:
estamos vivos. Nunca lo estuvimos tanto: sólo
estamos vivos. ¿En qué consiste la vida en esta
fracción de segundo durante la cual tenemos el
raro privilegio de carecer de identidad?
En esto: tener miedo.
No obstante, no existe mayor libertad que
esta breve amnesia del despertar. Somos el bebé
que conoce el lenguaje. Con una palabra podemos
expresar este innombrable descubrimiento
del propio nacimiento: nos sentimos propulsados
hacia el terror de lo vivo.
Durante este lapso de pura angustia, ni siquiera
recordamos que al salir de un sueño pueden
producirse fenómenos semejantes. Nos levantamos,
buscamos la puerta, nos sentimos perdidos,
como en un hotel.
Luego, en un destello, los recuerdos se reintegran
al cuerpo y nos devuelven lo que nos hace las
veces de alma. Nos sentimos tranquilizados y decepcionados:
así que somos eso, sólo eso.
Enseguida se recupera la geografía de la propia
prisión. Mi cuarto da a un lavabo en el que
me empapo de agua helada. ¿Qué intentamos
limpiándonos el rostro con una energía y un frío
semejantes?
Luego el mecanismo se pone en marcha.
Cada uno tiene el suyo, café-cigarrillo, té-tostada
o perro-correa, regulamos nuestro propio recorrido
para experimentar el menor miedo posible.
En realidad, dedicamos todo nuestro tiempo
a luchar contra el terror de lo vivo. Inventamos
definiciones para huir de él: me llamo tal, tengo
un curro allí, mi trabajo consiste en hacer esto y
lo otro.
De un modo subyacente, la angustia prosigue
su labor de zapa. No podemos amordazar del todo
nuestro discurso. Creemos que nos llamamos Fulanito,
que nuestro trabajo consiste en hacer esto
y lo otro pero, al despertar, nada de eso existía.
Quizá sea porque no existe."

2 comentarios:

Xavier dijo...

El mundo de la mente del asesino es muy interesante y para mi fascinante (desde un punto de vista científico) ya que cada uno tiene un motivo. Es decir, cada asesino mata por alguna razón y ninguna es la misma. Es cierto que podemos encontrar a los asesinos a sueldo, que matan por dinero, pero ¿qué pasa con los asesinos en serio o en masa? La mayoría de ellos tienen un grado de psicopatía muy elevado, eso indica, entre otras cosas, una construcción de la realidad que la ha hecho de acuerdo a sus ideas y moral que es apatica a la sociedad (otra característica de la psicopatía) ya que carece o tiene dañado la comprensión de los sentimientos, y por lo tanto de su propio control.

En resumen, dentro de su mundo, para llegar a un objetivo, no les importaría matar. En este sentido no necesariamente se senterían orgullosos de sus muertes, aunque en muchos casos el asesino en serie mata más porque no es suficiente. Generalmente, el asesino en serie tiene en mente a una determinada persona o cosa que le marco en una determinada etepa de su infancia (violación de su madre, maltrato de una señora...) En realidad quieren matar a esa persona o cosa. Matan a gente que teien caacterísticas similares a la anterior y con ellas juegan con la realidad para conseguir superarlo, pero al saber después que no es real, persiguen alcanzar la verdadera realidad.

(En fin, que me voy por las ramas XD)Es un relato muy interesante, ya que trtata perfectamente la mentalidad apatica y construccion mental del asesino. Muy buena entrada

Javier López-Gomis dijo...

Muy buen relato, me gusta la reflexión que hace sobre la identidad y la forma en la que describe esa pequeña huída del miedo. Olé!