Advertencia

Fuego. Explosión de fuego. Destrucción expresada en incendios. Términos de fuego interno. El cataclismo de la crematoria de cuerpos es fuego. La ciudad en llamas es fuego. La fogata extendida es fuego. El infierno está frío. Aquí está el fuego: Llamaradas de atención al cielo que se nubla; como indios con señales de humo; como dioses clamando más dioses.
Fuego. Nada más que fuego. Fuego externo: mírate dentro. Implosión de FUEGO.

sigues siendo imprescindible en las transformaciones que suceden en la galaxia entera.

Ardamos

jueves, 6 de mayo de 2010

Azorín: Las confesiones de un pequeño filosofo

Epílogo de los canes

Varios canes se reunieron en el ejido de un pueblo un día claro de primavera, a la vista de unas montañas azules.

El primer can dijo asi:
-Señores:yo soy un can viejo y lleno de experiencia. Perdonad esta inmodestia mia.He andado por el mundo,y al fin he venido a reconocer que no hay estado para los canes comparable al que nos proporcionan las estaciones de ferrocarriles.Ser un can en una estacion creo que es lo más aceptable para un can.Es preciso que no tergiverséis este concepto que acabo de exponer. No se trata de guardar nada ni de estar amarrado a ninguna cadena.Yo soy un can horro de toda servidumbre.Se trata de correr de un lado para otro con entera libertad y de husmear discretamente entre las vias para descubrir y recoger los restos de merienda que tiran los viajeros. Las estaciones de ferrocarril tienen un encanto profundo.Me dijo una vez un can bien portado y que pasaba en un tren de lujo que algunos hombres dan en decir que los ferrocarriles han matado la poesia.A estos hombres que estan un tanto locos se les llama poetas.Yo estoy en mi sano juicio y no pienso como los poetas. En estaciones el espectaculo es variado segun sea la hora del dia o de la noche. No se aburre uno nunca. Conoce uno a mil gentes.De cuando en cuando,es cierto,sufre uno algun contratiempo lamentable;pero esto les sucede a los canes inexpertos,irreflexivos,que no conocen las señales de marcha de los trenes ni estan atentos al movimento de la via. Señores: yo soy un can mundano,amigo del porgreso.[...] No tengo plan de vida ni amo. ¿Quién vive más agusto que yo?

El segundo can que usó la palabra era gordo y luciente:
-Yo,señores-dijo-,creo que eso de la libertad es una monserga.Los hombres han escrito muchos libros sabios,pero nada como este refrám em qie se compendia toda la sabiduría del mundo: ¿ Quieres que te sigan can ? Dale pan. A mí me dan pan en abundancia, y yo sigo a quien me lo da. Me dan, dicha sea la verdad,algo más que pan.Tengo todo lo que puede apetecer un can.Disfruto de los más exquisitos manjares.Yo vivo en Madrid; mi amo es un hombre rico.Me adora mi ama y me bailan el agua los chicos de la casa. Se dirá que no tengo libertad,que no puedo salir a la calle cuando quiero,que no puedo correr y retozar con otros canes.A mi ¿ qué me importa ? Yo no se lo que es eso que se llama libertad.Como bien,me hacen fiestas,me sacan en coche.¿Qué más puedo pedir?A mí, todo el que no va bien vestido me parece francamente despreciable.Ladro furiosamente a todos los que se acercan a mi vistiendo trapilladamente.Yo no tengo más criterio de moralidad que el traje.Un hombre que va mal vestido no puede tener buenas intenciones. En su consecuencia, yo le ladro, y si insiste mucho en acercarse,yo le muerdo.Dos o tres mordiscos he dado en toda mi vida y no me ha pasado nunca nada.Estoy satisfecho porque creo que he cumplido con mi deber: el deber que tiene todo perro decente de ladrar a las personas sucias y miserables.

El tercer can que habló se expresó de esta manera:
-Que cada cual lleve y pondere la suerte de vida que más le plazca.MI vida es lo más monotona y uniforme que darse puede, y , sin embargo, a mí me gusta esta vida.Yo soy un can de unos terrazgueros o labrantines.Mi misión se reduce a ir con ellos a los bancales, a recostarme al lado del hato y aguardarlo mientras mis amos labran.No hago otra cosa.Me paso el día tumbado.Soy un can del campo.Puedo deciros que no hay nada como tomar el sol en invierno en plena campiña,o como dormitar en verano a la sombra de un árbol.Para mí es el cielo azul;para mi las montañas azules;para mi los aromas de los henos,de los habares, de las plantas montaraces;para mi el aire fino y sano;para mi las aguas delgadas y cristalinas.Yo soy un poco esceptico y no creo en las pompas mundanas.No doy el campo y sus placeres por nada.Mi vida discurre sin sobresaltos ni congojas.De noche, guardo el gallinero del cortijo.Los lobos han desaparecido hace mucho tiempo;solo he de habermelas de tarde en tarde con alguna vulpeja o con algun buho.Y ¿creeis que yo tengo miedo a tales alimañas?Señores:os repito que no hay nada como la paz,el silencio y la sanidad del campo.

Deliberaron brevemente los tres canes.Al cabo se separaron sin haberse puesto de acuerdo.Cada can es un mundo.Se ha dicho esto de los hombres.Con más razon se puede decir de los canes.

1 comentario:

Javier López-Gomis dijo...

Muy buena reflexión con una acertada personificación de tres perros distintos, que bien podrían ser tres ciudadanos de hoy en día. Has vuelto a desvelarnos un buen texto Gabri(yo al menos no lo conocía). Un abraaazo medulantes!!!!!